Con el tiempo me voy dando cuenta de que no hace falta tanto para estar 'bien' (cómodas, a gusto, tranquilas). Tenemos tendencia a buscar fuera las respuestas que ya tenemos, solo porque estamos acostumbradas a que sea otra la que nos oriente (tu terapeuta, amigas, familia, compañeras de trabajo, la gurú de Instagram, Youtube o de esos libros que devoras fervientemente, la que te vende el cursillo online definitivo, etc).
Y es una pena, porque cada vez que esperas que sea otra quien te dé la respuesta a la pregunta que no te deja dormir, le estás cediendo un enorme poder que podrías guardarte y aprovechar para ti.
No necesitamos aprender tanto de fuera: tantos recursos o estrategias psicológicas, tantas herramientas para lidiar con nosotras mismas, con las demás y con la vida.
Me atrevería a decir que quizás el único aprendizaje valioso, el que te va a servir para toda la vida y para encontrar tus propias respuestas, es aprender a regular tus emociones.
La autorregulación emocional es la clave del bienestar, en mi opinión. Si puedo practicar poco a poco a tolerar mi malestar sin rechazarlo, sin huir de él, sin negarlo, sin taparlo, y aprendo a estar cómoda en esa incomodidad, voy a poder sentirme segura en mi propio cuerpo.
Cuando el cuerpo se siente a salvo, el sistema nervioso se calma, y en ese instante de calma se abre una pausa, aunque sea de unos segundos, para estar más en mí que en lo de afuera. Y en ese momento de pausa, tengo la opción de sentirme y escucharme. Tal vez, de hacerme esas preguntas que ansío que me respondan las demás.
¿Te imaginas poder escuchar tu propia voz guiándote? ¿Calmando tus ansiedades? ¿Cómo sería tener el placer de escuchar a la persona que sabe más de ti que nadie, es decir, a ti misma? ¿Cómo te sentirías si supieras que lo que buscas está dentro de ti y ya no tuvieras que buscarlo desesperadamente por todos lados?
Yo creo que sería como tener un superpoder. El superpoder de ser una misma.
La cuestión es que si no paras de hacer-hacer-hacer, va a ser muy difícil que sepas cuál es el camino que tu alma está deseando tomar, porque te estás distrayendo con el ruido del decorado, en lugar de atender a lo esencial.
Por suerte, lo único que necesitas para parar, es sentarte y respirar. Y para eso, no necesitas a nadie que te enseñe ;)
Izaskun Viloria
Psicóloga integrativa y terapeuta EMDR
Psicoterapia integrativa online y en Barcelona